En el lenguaje del cómic superheroico (americano) el término team-up hace referencia a pequeñas historias en las que dos héroes que no suelen aparecer juntos tienen que colaborar y enfrentarse a un enemigo común, cambiando en cada entrega esta formación de circunstancias.
Durante muchos años, bajo el nombre Marvel Team-Up, la casa de las ideas ha cruzado los caminos de sus personajes en este tipo de relatos, siendo Spider-Man quien, con aplastante diferencia, ha explotado más este tipo de relatos. Y es retomando este espíritu aventurero, dejando de lado las tramas personales que caracterizan las series principales en favor de otras en las que prima la acción, donde se sitúa este Spiderman Vengador (Avenging Spider-Man en EEUU).
Esta nueva publicación, concebida como serie satélite o secundaria de Amazing Spider-Man, nos presenta al hombre araña compartiendo aventuras con sus compañeros Vengadores, con un tono más desenfadado y en el que las interacciones entre Spidey y el «invitado especial» son las grandes protagonistas. Porque si ya de por sí Peter Parker disfruta contando chistes a los villanos, ¿cómo no lo va a hacer con un público más «amistoso»? Este último entrecomillado es importante porque el primer aliado de nuestro héroe es Hulk Rojo, un tipo con malas pulgas que no es precisamente fan de las bromas de la araña.
Este volumen escrito por Zeb Wells y dibujado por el genial pero perezoso Joe Madureira, se compone de los tres primeros números USA de Avegning Spider-Man, centrados en el enfrentamiento entre Spidey y Hulk con los topoides. Y entre medias, el alcalde J.J. Jameson en estado puro. Un trío sobre el que se articula una historia que desborda humor por todas partes y huye del dramatismo imperante en la mayoría de los cómics de superhéroes actuales. Su carácter autoconclusivo potencia, además, sus intenciones de lectura evasiva y de entretenimiento sin pretensiones.
Aunque algunos pueden ver aquí más de un problema. El primero es el tono demasiado ligero para aquellos lectores que busquen tramas con mayor complejidad y seriedad. El segundo es el miedo fundado a que el nivel no se pueda mantener en próximas entregas. Principalmente porque Madureira no va a continuar a los lápices (de ahí que este volumen se esté vendiendo como «todo el Spidey de Madureira«). Y el tercer problema (si se le puede llamar así) radica en que la lectura nos puede saber a poco y «obligarnos» a reelerlo. Pocas veces se encuentran historias tan divertidas y con un dibujo tan cuidado, que imprime una velocidad enorme al relato. Algunas páginas dobles como la invasión de los topoides sobre el puente George Washington o la viñeta del cara a cara de Jonah Jameson con el villano son soberbias.
Como apunte, y para evitar posibles confusiones, a pesar de ser dos series diferentes (Amazing y Avenging) desde Panini se ha querido integrar la segunda dentro de la obra principal, alternando su publicación de forma que no lastren la continuidad argumental y siguiendo la numeración actual. Aunque, eso sí, diferenciando en la portada si se trata de Vengador o Asombroso. De esta forma se facilita el trabajo a los lectores a los que solo le interese una de las colecciones. De ahí que la trama iniciada en el número anterior esté, de momento, en el aire.
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